Y ninguno la mira
La belleza del mundo clásico pasa inadvertida frente a nuestros ojos. La necesidad de conocer lo que vemos nos impide observar con detenimiento la hermosura de un torso magníficamente tallado por manos expertas.
Y ninguno la mira
La belleza del mundo clásico pasa inadvertida frente a nuestros ojos. La necesidad de conocer lo que vemos nos impide observar con detenimiento la hermosura de un torso magníficamente tallado por manos expertas.
Commenti 0
Cancella commento
Eliminare commento e risposte